viernes, 12 de diciembre de 2008

La patronal insiste en abaratar el despido

Hacen la propuesta frente al presidente del Gobierno que les urge a cerrar la negociación colectiva
"Presidente, te necesitamos, pero nos necesitas". Con este sorprendente tuteo y en tono acuciante, el presidente de la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, transmitió ayer a José Luis Rodríguez Zapatero la necesidad de frenar la crisis. El marco fue la asamblea anual de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en la que los empresarios repasaron sus propuestas económicas.
Díaz Ferrán rescató los principios liberales del plan estratégico presentado el pasado año con el acento en notas diferentes. El recetario de los empresarios estuvo manchado en esta ocasión por la urgente petición de liquidez para las pequeñas empresas (ver pág. 22), un factor imprevisible hace un año. El otro punto fuerte volvió a ser la flexibilización del mercado laboral, habida cuenta de los numerosos procesos de regulación de empleo en marcha. Díaz Ferrán dio que llevaría al Diálogo Social una nueva fórmula de contrato con menos indemnización para abaratar el despido. Sin entrar en detalles, sólo recordó que el nuevo contrato no interferería con los derechos acumulados en los otros contratos vigentes.
Pese a la contundencia de la declaración, y a que el presidente del Gobierno estaba de testigo, ni otros empresarios de la patronal ni los sindicatos confían en que Ferrán se atreva a llevar esta propuesta al Diálogo Social. Sus interlocutores advierten de que si Ferrán sigue con estas declaraciones altisonantes se puede convertir en el protagonista de Pedro y el Lobo.
Respecto a los salarios, el presidente de la CEOE sólo habló esta vez de ligarlos a la productividad y de su deseo de mantener el poder adquisitivo, sin invocar la congelación salarial que había exigido recientemente. Precisamente, la CEOE aprovechó la asamblea para aprobar, por unanimidad, una subida de los presupuestos del 21% para 2009, hasta 17 millones de euros, y la actualización automática del 2% del IPC para la cuota de los socios, que en ningún momento reclamaron su congelación pese a la gravedad de la crisis.
Otro aspecto novedoso fue la increpación a las Administraciones Públicas por su demora en pagar a sus proveedores del sector privado. Ferrán recordó que estos retrasos secan aún más la liquidez de las empresas. Eso sí, el presidente de los empresarios reconoció lo positivo aunque tardío de las medidas del Gobierno y le tendió la mano para que contara con su organización.
Pese a este cálido ofrecimiento, el recibimiento del casi millar de empresarios al presidente del Gobierno fue más que gélido. Zapatero, que se mostró inquieto durante el discurso de Ferrán tamborileando intermitentemente en la mesa, recogió el guante del ofrecimiento de la patronal pero también le recordó que la toma y ejecución de las medidas es responsabilidad del Gobierno. Les apresuró a cerrar cuanto antes la negociación colectiva y a trabajar en el Diálogo Social "ahora que los empresarios entienden las ventajas de la paz social". El recuerdo a la paz social no libró a Zapatero de la increpación de un espontáneo al final del acto.

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