viernes, 7 de noviembre de 2008

Las obras de la Variante tienen el mayor nivel de siniestralidad del AVE en España


Los túneles se han cobrado tres víctimas y suman un fallecido por cada 16 kilómetros. El ADIF abre una investigación sobre el último accidente.

foto y noticia de la nueva españa

Las peores previsiones se están cumpliendo. La parte central de la variante ferroviaria de Pajares, con dos tubos que suman 50 kilómetros de longitud total, se revela como el tramo de Alta Velocidad (AVE) más peligroso de España desde el punto de vista de la seguridad laboral. Sumando la víctima mortal del accidente del pasado miércoles -el gallego Felipe Castro Bouzas- los trabajos bajo la Cordillera se han cobrado la vida de tres operarios en otros tantos percances. La cifra supera a la de otros proyectos similares ya realizados en el país. Así, por ejemplo, en la ejecución de los túneles de Guadarrama, que con 56 kilómetros es el otro gran paso subterráneo incluido en el proyecto para la futura línea de AVE entre Madrid y Gijón, se produjeron dos víctimas mortales, mientras que en el resto del lote Madrid-Valladolid, de más de 150 kilómetros, también se registraron dos fallecimientos por accidente. Otro dato: teniendo en cuenta que la línea de AVE en Cataluña registró catorce muertos en cuatro años de trabajos, los sindicatos aseguran que el trayecto presentó un fallecido en accidente laboral por cada 20 kilómetros de nueva vía. Pues bien, en Pajares, con las obras todavía sin concluir, la cadencia es de una víctima cada 16 kilómetros.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) anunció ayer que ha iniciado una investigación para esclarecer las causas que originaron el accidente que acabó con la vida de Felipe Castro, de 64 años de edad, cuando, el pasado miércoles por la tarde, trabajaba en el lote cuatro de la Variante. El operario gallego, primera víctima mortal en la vertiente asturiana de las obras, moría tras ser golpeado brutalmente por una piedra que salió disparada por el impacto de un tren en el interior del túnel. Fuentes del ADIF, el organismo adscrito al Ministerio de Fomento que se encarga de la gestión de los trabajos de la Variante, eludieron hacer ayer cualquier tipo de comentario sobre el accidente hasta que no concluya la investigación que determine las causas de la tragedia. Según las primeras informaciones facilitadas por los equipos de emergencia, el trabajador sufrió, como consecuencia del golpe, la amputación de una pierna y politraumatismos. Fue trasladado en ambulancia al centro de salud de Campomanes, sin que los servicios médicos lograran hacerle superar la situación de parada cardiorespiratoria que presentaba al llegar a la instalación sanitaria.

Las obras de la Variante, en la vertiente leonesa, se cobraron la primera víctima mortal el 9 de septiembre de 2006. A. M. A., de 37 años, perdía la vida tras caer de un tren de transporte de dovelas al que se había subido para salir del túnel del lote 1 del proyecto. La caída se produjo a algo más de cuatro kilómetros del exterior y desde una altura aproximada de dos metros. La versión oficial de la empresa aludió a una hipotética imprudencia del obrero, ya que el convoy de dovelas no está adaptado para llevar a viajeros y carece de cierres que impidan accidentes en caso de frenazos bruscos. El segundo accidente mortal, también en León, se produjo el 11 de octubre de 2006. Mario Rodríguez, de 31 años, moría aplastado por una pieza del motor de la tuneladora del lote 2, en la que realizaba labores de mantenimiento.

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