Alimerka, ¿explotación laboral o vulneración de derechos fundamentales?

Rebelión


En 1987, se funda Alimerka, empresa dedicada al comercio de minoristas y alimentación. En la actualidad cuenta con 163 supermercados repartidos por las Comunidades de Asturias, Castilla y León y Galicia. Además de un volumen de negocio que, con una facturación anual de 600 millones de euros la convierte en líder del sector, en el año 2003, este Grupo Empresarial constituyó la Fundación Alimerka.
Sin embargo, la empresa, ya desde sus comienzos se caracterizó por los conflictos con la legislación laboral ya que, la buena marcha económica de esta, no es sinónimo de respeto por los derechos laborales, sociales, de salud laboral, y fundamentales de las y los trabajadores contratados por la misma y, lo demuestra un amplio historial de denuncias en los juzgados y en la Inspección de Trabajo.
En las últimas Elecciones Sindicales dentro de la empresa, un grupo de trabajadoras jóvenes convencidas de que, tenían que ser ellas quienes cambiasen las formas si querían romper con la espiral de vulneraciones laborales, sociales y derechos fundamentales asumieron el reto de enfrentarse a la Dirección de la todopoderosa Alimerka Grupo Empresarial. Así y una vez legalmente reconocidas como Comité de Empresa, comenzaron a plantar cara al maltrato laboral que durante años venían sufriendo y, se atrevieron a denunciar la situación ante la Inspección de Trabajo quien eludió imponer sanción alguna a las presuntas graves irregularidades que la empresa estaba cometiendo.
Es entonces cuando se inicia una persecución de la s representantes de las trabajadoras que viven sometidas a una “presunta” represión sindical permanente, llegando a ser en los últimos tiempos el grado de deterioro psico-social de alguna de ellas tan elevado, que está siendo tratada médicamente, en un proceso de incapacidad temporal que encubre una denigración, que bien "podría" considerarse acoso laboral, llegando a la utilización del insulto continuado, las vejaciones y amenazas, habiendo sido denunciado en varias ocasiones un supervisor de la empresa cuyo nombre es "conocido" por todas y todos los trabajadores.
Aunque hasta el momento, de poco ha servido la lucha de las Delegadas y representantes de las trabajadoras que, con una dignidad sindical envidiable, (salvo las y los miembros del Comité de Empresa afines a la Dirección o a los Supervisores que tambien los hay) han tenido la valentía de enfrentarse a una empresa que, ha resultado ser intocable dada la relación y presunta amistad con la mayoría de los políticos del Principado por parte del Presidente de Alimerka, Luis Noe Fernández, quien no en vano, ha sido galardonado en varias ocasiones desde el ejecutivo asturiano por diferentes motivos. Imaginamos que no será ninguno de ellos, por respeto a las leyes laborales ni de seguridad laboral.
El acoso laboral “presunto” llega a ser tremendo para quienes no aceptan "ciertas" decisiones de la Empresa que chocan totalmente contra la legalidad vigente, obligando a excesos de jornadas, ya de por si ilegales, y además sin remunerar, falta de calendario laboral, turnos impuestos a capricho, sin consentimiento del comité de empresa, negativa al disfrute de vacaciones devengadas, contratación ilegal, fraude en la contratación, incumplimiento de periodo de descanso mínimo semanal, y entre jornada y jornada, despidos totalmente improcedentes y sus correspondientes represalias.

Entendemos que existe una vulneración flagrante de los derechos fundamentales en la acción sindical cotidiana, como es la de no garantizar esta acción sindical por los representantes , poner todo tipo de "impedimentos" para poder hacer uso del crédito sindical, "presunto" manejo y manipulación de las votaciones, sometiendo a presión a los trabajadores/as para determinar el voto en un determinado sentido, inexistencia de tablones de anuncios para informar, "presunto" secuestro de información sindical y de interés general de los mismos, empujones a una delegada sindical, acoso y amenazas a las representantes del Comité de Empresa mas reivindicativas, despido de cualquier trabajador/a que difunda propaganda sindical, etc…
Salvo que seas de la confianza de las o los encargados de tienda o tengas la “protección” de algún supervisor, lo triste pero cotidiano es que, si eres representante de las trabajadoras, te encuentres con un muro detrás de otro para ejercer tu derecho como Delegada Sindical. No hay Representante de las Trabajadoras o Delegada Sindical que, no haya sufrido en mayor o menor grado una represión sindical brutal, ni tampoco que una trabajadora que sea reivindicativa resista la agresión a la dignidad personal ni las vejaciones e insultos por parte de algunos supervisores de tiendas, especialmente uno (Alfonso Doce) que ha sido denunciado en reiteradas ocasiones por estas actitudes ilegales.
El grupo de empresas Alimerka (formado por Alimerka, Merkaprecio y Trébol Center) alcanza niveles de precariedad prácticamente generalizada en toda la plantilla, contratos temporales en fraude de ley, cambios de personal de una empresa del grupo a otra empresa del grupo para burlar a la Ley, para no cumplir con la causalidad en la contratación indefinida, y tener sometido al personal a situaciones próximas a la esclavitud laboral. Por supuesto que, las horas extras, además de no tener nada de voluntarias (las represalias son inminentes si se rechazan) no son compensadas económicamente sino a cambio de días de compensación y siempre es la empresa la que impone qué días son los compensados.

Es habitual, aunque de difícil demostración, por los miedos a la denuncia individual, la firma de la baja en la empresa y de los conceptos económicos del teórico “finiquito”, al inicio del alta en la empresa, no abonándose una vez finalizada la relación laboral, y no renovando el alta a quien se atreva a reclamar dichos conceptos. En Salud Laboral y Prevención de Riesgos Laborales, se vulneran derechos básicos de las y los trabajadores tipificados claramente en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, asi como otras de idéntico rango. Detalles como, la prohibición de acudir a la Mutua de Accidentes o Centro de Salud más cercano ante un corte de graves consecuencias físicas o una enfermedad común, hasta que una compañera no ocupe el puesto vacante avalan claramente lo descrito. Las amenazas para que las trabajadoras y trabajadores, declaren los Accidentes Laborales como Contingencias Comunes en la Mutua o Centro de Salud, es una practica común, lo cual, además de ser muy ofensivo para las mismas, demuestra la “Empresa” que es. No ejecutar Cursos de Prevención de Riesgos, a pesar de, obligar a los trabajadores a firmar un documento de realización de los mismos es otro claro ejemplo de la vulneración de derechos laborales y preventivos.
Los reconocimientos médicos anuales, asi como la asistencia a la Mutua de Accidentes de Trabajo ante cualquier contingencia, son de obligado cumplimiento realizarlos fuera de horas de trabajo ya que, es la empresa quien asi lo impone. Eso si, solamente se realizan cada dos o tres años vulnerando otra normativa legal más.
Para que las y los trabajadores, puedan acogerse a los Derechos legalmente establecidos para la Conciliación de la Vida Familiar y Laboral, tienen que solventar toda una sucesión de trabas por parte de la Empresa como, la perdida de categoría profesional por acogerse al derecho de reducción de jornada por guarda legal, o el cambio de tienda aludiendo que en la de origen no se pueden solicitar por diversos motivos. Tambien es habitual, que sea la Empresa la que imponga los horarios para este permiso, teniendo que recurrir a la Inspección de Trabajo o al Juzgado las y los trabajadores que ven sus derechos pisoteados por estas practicas. Eso sin olvidar las consecuencias para quien se "atreva" a utilizar el recurso de estos Organismos Oficiales.